El desarrollo interno personal se encuentra dentro de uno mismo. Las cosas externas sólo podrían auxiliar en algunos casos, pero en definitiva no son el centro del trabajo interior. Muchas personas se pierden con fetiches, adornos, saludos orientales, etc., pensando que eso los ha cambiado. No, no han cambiado, sólo es un disfraz enfocado en la propia importancia personal y en la necesidad de aprobación.